Pinceles, tipos e historia

PINCELES
Sin la invención del pincel, esta herramienta tan modesta, las obras inmortales de la pintura, documentos del desarrollo cultural de la humanidad serian inconcebibles. Esta evidencia nos permite afirmar que el pincel es una de las invenciones más geniales del ser humano. Una invención tan antigua como él, a pesar de ocupar un lugar tan poco destacado en la historia de los hechos.

El pincel nace paralelamente con el afán creativo del ser humano. Esto es en plena edad de piedra, concretamente en el paleolítico superior, hará pues unos 25.000 años. El arte rupestre, esta maravillosa huella del hombre prehistórico fue realizado sin duda con rudimentarios pinceles.
Aun que no hayan sido hallados restos de los instrumentos utilizado sin duda con rudimentarios pinceles.
Aun que no hayan sido hallados restos de los instrumentos utilizados, estos podrían consistir en finas ramas deshilachadas por un lado, sin excluir el posible uso de pelo animal.
El pelo animal será, sin duda, la materia insustituible en la posterior evolución del pincel.
Desde mediados del siglo IV antes de Cristo, los alfareros egipcios comienzan a pintar los objetos ya cocidos con pinceles hechos con pelo de buey, tal como se desprende de los restos hallados en las tumbas de las pirámides de Gizeh. Aquellos pinceles consistían en unas ramas finas, que hacían de mando, en el extremo de las cuáles se ataba una brizna de pelo, todavía adherida a la piel del animal.
Pero es en China donde el pincel consigue una perfección más grande, con una estructura parecida a la que conocemos hoy. Los cortan o arrancan de la misma piel del animal, separan el pelo mas corto o lanoso por inservible y los hierven para desengrasarlos. Utilizan la caña de bambú, donde introducen el pelo y lo sujetan con resinas naturales que hacen de perfecto adhesivo. Son también los primeros en utilizar el pelo de cerda, que les permite conseguir un pincel muy adecuado para lacar, partiendo del aceite de lino que ya conocían desde mucho antes.
Los caracteres de escritura China, con 4.000 años de antigüedad se conservan hoy en día prácticamente sin variaciones. No hay duda de que tienen la característica de haber sido realizados con un pincel como los que hemos descrito y con los que aun actualmente los artistas orientales prefieren dar vida a sus obras, así como firmar cualquier documento, sustituyendo la clásica pluma occidental.

Cuando en occidente, el artista medieval intenta plasmar su obra en murales o retablos, se las ingenia para fabricarse sus propios pinceles. Todo y que en esta época existían ya pequeños artesanos especializados en su fabricación, parece ser que se trataba de brochas y cepillos para pintar paredes, hechos sin mucho cuidado y por tanto poco adecuados para pintar obras de arte. Esta circunstancia que se mantuvo en siglos posteriores, obliga a todos los grandes pintores, desde Migel Angel, Velázquez, El Freco, Zurbarán o Goya, a convertirse en auténticos especialistas pinceleros, los cuáles transmiten sus conocimientos a sus ayudantes cuando ellos no disponen de tiempo para estos trabajos. Esta situación se mantiene hasta finales del siglo XVIII, cuando aparecen las primeras manufacturas de pinceles para bellas artes en Francia y posteriormente en Alemania, posiblemente en la ciudad de Nuremberg, lugar de nacimiento de Alberto Durero (1471-1528). Vigente todavía hoy en día esta tradición en la pequeña villa de Bechhofen, a pocos kilómetros de Nuremberg, donde casi la totalidad de sus habitantes se dedican a la fabricación de pinceles para bellas artes, constituyendo la mayor y más sorprendente concentración de pequeñas empresas pinceleras, algunas de ellas centenarias. Además y haciendo honor a la estima que aquellas gentes sienten por su viejo oficio, crearon hace unos años el único museo que existe en el mundo dedicado al pincel.

Composición del pincel
El pincel está compuesto por tres partes perfectamente diferenciadas: El pelo, la virola y el mango.
El pelo es el elemento primordial e insustituible del pincel, pero es también su parte más delicada. Un trato inadecuado, un mal lavado así como un lavado a deshora o la acción de la polilla, pueden dejarlo inútil para cualquier uso.
Todo pelo animal es cónico, de superficie rugosa, detalle que puede verse únicamente con ayuda del microscopio y a la vez es un autentico capilar. Todas estas características unidas a la forma que se le da en la fabricación del pincel, harán de esta brizna de pelo un extraordinario deposito de líquido, tal como si fuera una pluma estilográfica.

La virola
Actualmente casi todas metálicas, recoge y une el pelo al mango. A parte de esta función, determina el número del pincel y su forma, redonda o plana.
Antiguamente y todavía en la actualidad, se utilizaba caña de bambú, básicamente en oriente o pluma de avestruz, de la que todavía algunas industrias pinceleras siguen manteniendo en uso, resistiéndose a romper con fórmulas del pasado dignas del mayor respeto.

El mango
Este es generalmente de madera y sirve al artista para sostenerlo y por tanto y en definitiva para manejarlo. Las maderas más usuales son las de abedul y tilo, por su facilidad de torneado y pulido, su liviandad y nula tendencia a arquearse.
Los mangos pueden ser largos o cortos dependiendo de su función. Los largos se utilizan básicamente en los pinceles para los soportes situados en posición vertical, lienzos para colores al óleo y acrílicos, mientras que los cortos lo son para soportes en posición horizontal, como la acuarela y técnicas al agua.

Calidades de pelo.
Pelo de marta.
De color marrón brillante, es el pelo para pincelaría por antonomasia. Se extrae exclusivamente de la cola de este mustélido y es ideal para óleo, la acuarela, la témpera, los acrílicos, para el retoque de fotografía, la cerámica etc. Puntea como ninguno y su capacidad de almacenar líquido es extraordinaria así como su poder de retorno. La marta habita en las zonas extremadamente frías de Rusia, norte de China y Canadá. El tipo más apreciado es el denominado Kolinsky, proveniente de esta región del nordeste de Siberia.

Pelo de oreja de buey
Se obtiene del interior de la oreja de este rumiante y puede alcanzar longitudes de 90 mm. lo cual permite fabricar pinceles muy adecuados para rotulistas. Pelo muy suave pero con poco temple, se utiliza básicamente en bellas artes para la pintura a la acuarela y colores al agua, si bien se fabrican también para el óleo permitiendo una pintura de gran sutileza.

Pelo de ardilla
También conocido como «Petit-Gris» de color oscuro casi negro, es de una extraordinaria suavidad, se extrae de la cola de este animal. Su uso es muy indicado para cerámica, porcelana, óptica y cosmética.

Pelo de mangosta
Pelo muy característico por sus franjas amarillas y oscuras casi negras. Es un pelo grueso, de gran nervio muy parecido a la cerda, pero sin duda calificado como pelo suave. Muy apto para la pintura al óleo.

Pelo de turón
Pelo de color gris negro, fuerte y con bastante nervio. Es bastante suave, pero en pincel redondo puntea poco. Mas adecuado pues para pinceles planos y siempre para óleo.

Pelo de tejón
Pelo de color amarillento plateado, con una característica franja oscura. Tiene escasa aplicación en bellas artes. Su utilidad actual está centrada básicamente en la fabricación de brochas de afeitar, si bien se utiliza también en la confección de un tipo de cepillo denominado «unidor» empleado en decoración para hacer imitaciones de madera o mármol.

Pelo de pony
Pelo de color oscuro o negro, extraído de la panza y patas de este equino. Pelo muy suave y de escaso nervio utilizado casi exclusivamente en pinceles para la acuarela.

Pelo de cerda
La cerda es el pelo más común y abundante en pincelaría.
Pelo fuerte y de mucho nervio es ideal para todo tipo de pinceles, especialmente para pintura al óleo y usos industriales.
Se obtiene del lomo de este animal una vez sacrificado, arrancándolo después de haberlo escaldado con agua hirviendo. La Republica Popular de China es el principal productor mundial de cerdas, consiguiendo cantidades y sobre todo calidades insuperables. Las cerdas son conocidas con los nombres de las regiones donde se crían y elaboran, Shanghai, Hankow, Chung-king, Tientsin, Tingstao entre otras.
La raza, el clima y la alimentación del peludo cerdo chino, así como la preparación del pelo, en gran parte de forma manual, hacen de este pelo el más indicado para la elaboración de pinceles para óleo, brochas y paletillas para pintura.

Pelo sintético
Es un monofilamento de la poliamida, especialmente concebido para pinceles de bellas artes. Este descubrimiento japonés, de unos quince años de antigüedad, supone el primer intento serio de sustituir el pelo animal para usos artísticos.
Vencidas las primeras manías del pintor al encontrarse ante una materia artificial, hoy su consumo ha experimentado un aumento constante.
Su aspecto y comportamiento es parecido al pelo de marta, puntea a la perfección y su recuperación es excelente, si bien no tiene la capacidad de retención de líquido del pelo natural, su durabilidad es muy elevada, e incluso superior cuando se utiliza en cerámica sobre bizcochados.
Resulta perfecto para todas las técnicas artísticas tanto óleo, como acuarela o acrílicos.

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